Las empresas compran trabajo de las familias. Por su parte, estas reciben sueldos de las empresas y también reciben las utilidades que ellas puedan generar.
A su vez, las familias compran lo que necesitan a las empresas. El trabajo que venden las familias les da los recursos de que dispondrán para satisfacer sus necesidades. Mientras mejor preparación educacional y técnica tengan los miembros de la familia, mejor remunerado será el trabajo que puedan obtener
Libro:Economia para todos, Autor:Carlos Massad, Tercera edición, diciembre 2007, pag. 22
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